Nos subimos a la línea que recorre el lado oeste de la ciudad y mientras avanza escuchamos algo de historia y explicaciones varias de la cultura y la formación de los barrios. Pasamos por lugares residenciales y comerciales con muchas tiendas de lujo, que en verdad hay en todos lados, hasta llegar al templo Jing'an. Entre los edificios modernos destaca esta construcción de estilo chino y con mucho dorado en los techos. Vemos desde arriba y esta lleno de gente que por ser año nuevo va a pedir y buscar buenos deseos para este periodo que hoy empieza. Antes de entrar pasamos a comer a una copia de Dunkin Donuts que obviamente no hablan inglés como en todos los lugares de aquí, así que a puro dedo apuntador logramos un pedido de cafés y donas que de no ser por la diferencia de colores de las donas es imposible identificarlas como nos paso con los capuchinos, mocachinos y demases donde nunca pudimos saber cuál era cuál.
Además en la zona central una especie de jarrón de metal muy alto donde la gente tira y tira monedas que intentan hacer entrar por pequeñas rejillas imagino que para la prosperidad económica. Lo chistoso es que como no todas las monedas entran, muchas rebotan y el suelo esta lleno de yuanes que una señora recoge con escoba y pala (no se si para ella o para devolverlo al templo... probablemente lo segundo), y las que no caen directo al suelo chocan antes con una que otra cabeza de gente que esta ahí mismo, que dan un momento chistoso para los que lo alcanzamos a ver jaja.
Con el ticket de la entrada (que costaba 100 Y, o sea casi 10 mil pesos) venía un ticket para cobrar inciensos. La única pagana que lo prende es la Jani que después de la foto va y lo deja donde dejan todos los inciensos... Los demás, para la casa de souvenir.
Jani con cara ceremonial y el incienso |
Techos bañados en oro que contrastan con la modernidad de los edificios de Shanghai |
Buda de plata… de muchas toneladas (no recuerdo cuánto era pero era ene) |
Tallados en madera en puertas y paredes del templo |
Volvemos a la estación del bus rojo y seguimos el camino pasando por un sector que antes fue francés, unos "parques" que son sólo pequeñas plazas, etc., hacia el templo del Buda de Jade, que desde la parte alta del bus se ve que esta igual y peor de lleno. Después de dudarlo, la Jani nos dice que quiere entrar a todos los templos así que no queda otra y entramos. Primero una cola para pagar la entrada donde el papá casi accede a participar en la reventa al doble de precio pero nosotros preferimos hacer la cola.
Ya adentro el panorama es lo mismo: inciensos quemándose, mucho humo, varios salones con distintos tipos de budas, lámparas típicas chinas colgando que decoran muy bien el lugar, cintas rojas que la gente cuelga por algún tipo de tradición, etc. Hay una segunda entrada con pago adicional para ver al Buda de Jade que en verdad no es tan maravilloso porque la sala donde está puesto deja harto que desear. Lo que sí llama la atención es que en el mismo salón donde está él suena una máquina contadora de billetes (como la de los bancos) que suma y suma las ganancias del día que deben ser millones de Yuanes, mientras una señora con cara de pocos amigos apura la pasada por el Buda de Jade ni siquiera dejando que los que van a rezar lo hagan tranquilos… fea la actitud. También vemos monjes recogiendo monedas del suelo con imanes, cientos de monedas en cada pasada del imán. A pesar de lo lleno que está el templo, es entretenido y llamativo mirar la dinámica de las familias que van en grupo a pedir por el nuevo año, desde el más anciano hasta el más pequeño. Los niños probablemente no entienden, pero tampoco parecen estar aburridos ni andan mañoseando por querer irse a otro lugar.
Niña dandole comida a los peces de una fuente de agua en la parte de atrás del templo |
Nos vamos pronto y antes de tomar el bus Carlos se compra un camote asado para probarlo en un carrito. No tiene cara de estar infectado con cosas o si lo estuvo se quemó con la parrilla, así que todos probamos un poco. Llega el bus después de una espera no menor y nos vamos de vuelta a la People's Square a cambiar de bus a la línea que va a la zona de The Bund.
Camotes asados |
Policia "topísimo" |
Puro estilo con los cascos |
Policia empujando a la gente para que quepa en el bus… No sólo pasa esto en Chile con el transantiago (sólo que acá al menos te ayudan a entrar) |
En el cambio de línea esperamos casi media hora más, nos subimos y andamos no mucho para bajarnos en The Bund, en la entrada al Túnel Sightseeing. Antes de entrar nos sacamos fotos con la portada moderna de Shaghai, y luego bajamos a la atracción del túnel panorámico.
Tunel Sightseeing extrasensorial |
Lejos se ven los arcos del puente Nanpu, mientras atardece |
Decoraciones de año nuevo en Yuyuan Garden |
Como no hemos almorzado buscamos alguna opción típica y nos convencen con la frase "English menu" lo que indica que quizás entenderemos "algo" de lo que veamos. Nos sentamos en una mesa redonda y pedimos un par de menús mixtos y cervezas para todos. Llega la comida (en un montón de platitos) y aunque ni siquiera logramos conseguir soya, empieza el prueba prueba. Yo casi no como, la mamá menos, pero los otros tres le dan el bajó a la mayoría de las cosas. Entre lo que trajeron hay patas de pollo, una sopa con bombilla en una masa blanda, dumplings de cangrejo, pescados y otros misterios. La verdad lo más rico fue la cerveza así que terminamos y nos vamos a buscar algo mejor.
Caminamos por mas callejones decorados y pasamos entre mas gente aún. Logramos salir y vamos a un edificio donde arriba dice "Shanghai Restaurant"... si tiene el nombre de la ciudad no puede ser tan malo. Vemos y es más de lo mismo así que subimos a otro que hay en el tercer piso y entramos... al menos en la carta hay cosas más atractivas. Hay también un niño que nos atiende y trata de hablar y entender inglés y si no entiende o logra decirnos al menos hace mímicas y se esfuerza bastante, algo que agradecemos porque en general la gente aquí es como las pelotas en términos de amabilidad.
Después de comer tratamos de tomar un taxi para 5 pero uno tras otro nos mandan a la punta del cerro... obvio, si ni en Chile se puede. Se van los papás y la Jani, mientras yo con Carlos caminamos quizás al metro, pero estando ahí preferimos caminar un poco por una calle interna y tomar un carrito tirado por una moto que nos dice "20 Yuanes al Bund". Nos subimos y llegamos vivos, pero cuando le pagamos Carlos no tenía billetes chicos así que nos calza con el vuelto y nos cobra ¡20 por cada uno! (Y el taxi de los papas al hotel costó 16... menos de la mitad). Aparte de desearle un pésimo año nuevo y decirle una y otra vez que era una pésima persona, no pudimos hacer más y nos quedamos con 20 Y menos mientras él se va con la mirada baja, avergonzado, pero con nuestros 40 Y igual.
En Nanjing Road, muchos letreros iluminados en chino dan el aspecto como de Times Square en NY o Picadilli Cirus en Londres, pero con más luces aún. Hay harta gente caminando pero nunca tanto como en el Yuyuan Garden, con vendedores de cotillón luminoso aún para año nuevo, que la gente sigue comprando porque pasan varios con orejas, coronas, etc.
Vista de nuestro hotel desde Nanjing Rd. |
Llegamos al hotel y Carlos está un poco enfermo de la guata con la comida local y todos un poco cansados así que se aborta la misión del copete en el bar panorámico del hotel y nos vamos a dormir no sin antes ver qué haremos mañana:
- El plan: un pueblo antiguo entre ríos o "Water Town" llamado Zhou Zhong.
- El problema: cómo llegar, porque por la hora nos dijeron que es imposible contratar el tour privado y la opción siguiente son buses que cruzamos los dedos tengan espacio y podamos comprar el ticket ida y vuelta sin problemas.
...mañana veremos.