miércoles, 19 de febrero de 2014

Día 26: Cumpleaños de Carlos en el TRANS-SIBERIANO

Anoche saludamos a Carlos a las 00:00 horas de Irkutsk. Después de abrir los regalos nos fuimos a dormir dejando para hoy la celebración sorpresa de sus 30 años. Pasamos por un hito que marca la mitad del camino entre Beijing y Moscú (vía UlaanBaatar), pero como es de noche no lo íbamos a poder ver así que ni siquiera lo intentamos.

Me despierto a las 10 de la mañana (no sé en qué ciudad de Rusia es esa hora pero es lo que dice mi reloj), y voy a la pieza de los papás a preparar la sorpresa. Carlos sigue durmiendo así que no se da cuenta de lo que estamos haciendo. En Irkutsk habíamos comprado algunas cosas así que después de preparar el desayuno y decorar con globos voy a despertar a Carlos para que vayamos donde los papás a comer algo.

Después de darse mil vueltas llega por fin a la pieza de los papás y ¡sorpresa!


Listos para la celebración de los 30s!

Vagón de los papis decorado para la ocasión


Cantamos cumpleaños feliz pero el apagado de velas fue virtual porque el vagón tiene un detector de humo y mejor ni pensar en el cacho que nos podríamos meter si llegamos a prenderlas. 


Cumpleaños feliz con soplido virtual

Los invitados al cumpleaños. Los demás rusos del vagón fueron invitados pero no entendieron el mensaje porque sólo hablaban ruso, jajaja.


Nos bajamos antes de empezar a comer las cosas del desayuno en Novosibirsk donde hay un par de estatuas memoriales de la Segunda Guerra Mundial en la plataforma 1, representando una familia que se despide de los soldados que se iban en los trenes. La guerra no llegó hasta aquí, ya que el río Volga actuó como línea de división donde fue el enfrentamiento final... luego llegó el crudo invierno ruso y como los alemanes no estaban preparados tuvieron que retroceder, pero aún así mucha gente de aquí tuvo que ir a pelear en la guerra. También la guía decía que recomendaba ver la estación por dentro porque era un verdadero templo del Trans-Siberiano. En la estación nos bajamos con los gorros de cumpleaños porque, por muy pelotas que nos veamos, estamos celebrando a Carlitos (jajaja).



Estación de Novosibirsk


Cumpleaños en el Trans-siberiano


Estatuas memoriales de la WWII









Partimos de nuevo y pasamos por el puente de 870 metros de largo sobre el río Ob. Mientras tomamos desayuno y comemos algunos quesos y jamones que quedaron del picoteo del almuerzo de ayer, galletas, nutella, té y café, yoghourts y más. Estuvo rico el rato juntos y Carlos feliz con su cumpleaños.

Después vimos series un rato, cada abeja con su pareja (o sea los papis las de ellos y nosotros las nuestras), hasta llegar a Baravinsk donde nos bajamos un rato.

En la estación cuando nos bajamos desde el tren habían muchas personas vendiendo gorros y chaquetas con imitaciones de pieles, comida (pescados ahumados como los Omules del Baikal), pañuelos de mujer y otros. Nos vamos directo a una locomotora antigua que hay expuesta a sacarnos fotos para después volver a "vitrinear" un rato. De repente con Carlos nos quedamos solos en la locomotora y vemos que a lo lejos está la mamá probándose cosas. Después de un por aquí, por allá, una sacada de parka, etc., se compró un gorro peludo bien bonito que escondieron de los policías que andaban rodeando a los vendedores (nunca dijeron que era ilegal ni atraparon a alguien pero como no sabíamos mejor evitar problemas).


Vendedoras en la estación


Vendedor de pescados 


Locomotora en Novosibirsk


Mami probándose cosas




Nos acercamos al vagón y vemos al mismo tipo de USA que ayer había ido con Carlos y el papá a descubrir el carro de comidas. Estaba de camarógrafo grabando a una niña, haciendo la mímica de que se estaba recién subiendo al tren (le entregaba el ticket a la encargada del vagón y subía con su mochila las escaleras). La chica iba con un micrófono y además de ellos dos había otra chica más (que parecía ser productora) y otro camarógrafo. Repiten la escena varias veces, incluso más de las que alcanzamos nosotros a ver porque por frío nos subimos antes al tren.



Grabación de programa para la TV


El cumpleañero con demencia senil, jaja


Ya en el tren y después de haber partido estamos cerca de la hora de almorzar. Pedimos el almuerzo a la habitación (para evitarnos problemas mentales con el carro de comidas), eligiendo entre las tres opciones que hay: pescado, pollo y carne. Llega la comida y al menos los que esperaban un lomo jugoso a punto se desilusionan, el pollo seco y el pescado muy bueno (elegí bien, jaja). Estamos comiendo cuando sentimos  que la mamá habla con alguien y ahí aparecen.

Llegan los cuatro que estaban grabando fuera del tren y preguntan si pueden entrevistarnos. Andan haciendo un reportaje para las noticias de Rusia TV y un documental que incluye el reportaje y el tras-bambalinas de todo el viaje. Nos hacen preguntas del viaje, de las paradas, manejo de cosas domésticas como el baño, recomendaciones, etc., y mencionan también lo que ya todos hemos notado... que lo que en las películas aparece como fiesta todo el día y carretes sociales en el comedor no ocurre así. Cierran la entrevista con que nos vemos mas rato para compartir algo y, quien sabe, hacer la fiesta soñada en el tren.







Un rato después jugamos cartas (swift) y los ganadores esta vez son el Papi y Carlos. Mientras jugamos nos bajamos en la estación de Omsk que según la guía promete por tener una estación bonita y una escultura en la plaza de la estación. Tenemos algo así como 20 minutos así que antes de parar nos preparamos, bajamos a penas podemos y cruzamos por los rieles porque no estamos ni ahí con subir las escaleras y usar la pasarela superior. La plaza no tiene gran brillo y al fondo está la escultura de Lenin, igual que todas las que hemos visto ya. La estación es bien bonita por dentro y por fuera. 


Estación de Omsk


Plaza de la estación de Omsk


Volvemos a la zona de los rieles y nos sacamos varias fotos entre ellas con poca ropa y lentes de sol casi como si estuviéramos en verano (estamos hablando de temperatura menor a -10 grados jaja). Empezamos a saltar y de repente aparece corriendo por las vías Taby, la niña de la entrevista, porque quiere ser parte de nuestro juego. Nos sacamos varias fotos con ella también.





Con Taby


Verano en Siberia


Vista panoramica del tren en la estación



Descansamos un rato y de repente aparecen de nuevo para invitar la a que en media hora mas vayamos todos al vagón de comidas a tomar alguna cosa. Quedamos en eso y pasa la media hora y no aparecen. Con Carlos pensamos que quizás era en el vagón de ellos el cuento (es el vagón siguiente al nuestro) y cuando vamos camino para allá nos encontramos en la pasada entre un vagón y otro. Vienen con todo el arsenal de cámaras así que vamos los cuatro y ellos hacia nuestro "amado" carro comedor.

Llegamos allá y de inmediato la gigante señora que saca cuentas se enfurece por las cámaras. Esperamos sentados mientras Marcia, la productora, es advertida de todas las reglas entre las que se encuentran no grabar al personal porque les preocupa "parecer poco profesionales"... O seaaaaaaa, el carro comedor es el más feo del mundo! y quieren parecer profesionales los tarados.

Volvemos a hacer la entrada (para las cámaras) y nos sentamos en los asientos que ellos asignan para nosotros. Piden una ronda de ahora de vodka para grabar la escena final del reportaje y documental y apagan las cámaras para poder carretear relajados. Los otros, además de Taby y Marcia, se llaman Ben (el de USA) y Vania (sobrenombre del otro camarógrafo ruso).

La mami se va a descansar y ver películas a la pieza y nosotros nos quedamos un buen rato compartiendo y dejando que fluya nuestro inglés "nativo" que con el shot de vodka y unas cervezas se hace natural, jaja. 

Como tenemos que pedir nuestra última comida incluida aprovechamos de pedirle a Marcia (que es de Rusia), que nos ayude a decirles si podemos comer ahí y mandar una a la pieza para la mamá. Dicho y hecho, así que comemos en el carro y cuando está listo el "para llevar" le llevo a la mami sus cosas.


Carrete, al fin, en el Trans-siberiano


Eh eh eh eh!


Última foto antes de irnos


Como es el cumpleaños de Carlos además de hacer un salud por él le regalan una pulsera de peloteras budista de un templo en Ulan Ude que visitaron en este viaje de reportaje, donde hay un hombre que murió hace más de 100 años cuyo cuerpo está conservado casi como si sólo llevara uno o dos días de fallecido. Murió en posición de loto meditando, y de la misma forma está expuesto, pero sólo pueden entrar las personas con el alma pura, cosa que deciden los monje viendo tu aura. Las dos niñas tuvieron la suerte de entrar y fue una increíble experiencia (nosotros sólo pasamos por Ulan Ude en el tren, así que si alguien va alguna vez traten de ir para allá).

Ben nos cuenta que ayer en el comedor una de las rusas se atiende (que es la que ayer vendía las papas rellenas con la hija, o sea la mamá) se le insinuó amorosamente y le ofreció sus servicios. Todos le tiran la talla pero vemos que de repente sale con un tipo ruso que llegó al carro a tomarse alguna cosa mientras éramos ahí... van a "fumar" y quien sabe qué cosa más, jajaja.

Ya a las 23:00 el carro comedor cerraba así que empiezan a echarnos "sutilmente" del lugar. Llega la cuenta y nos dicen que es una invitación de ellos, así que no nos dejan pagar (gracias chicos por su hospitalidad!!!). 

Nos vamos a la habitación a ordenar un poco y dormir lo que alcancemos porque mañana nos bajamos a las 5 de la mañana en Yekaterinburg.

No hay comentarios:

Publicar un comentario