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Y llegamos a Hong Kong! Después de 14 horas y media de vuelo bien descansados en los asientos de business más especiales que hemos conocido, con asientos en una especia de cúbiculos con mucho espacio, reclinable 180 grados y espacio para dejar lo que quieras. Un poco aislados entre todos así que viajamos casi sin mirarnos ni hablarnos y aprovechamos de dormir y compensar los cambios de hora para poder empezar al tiro en la llegada a recorrer. La comida del avión exquisita y demasiada.
Llegamos al aeropuerto de Hong Kong donde nos reciben muchos trabajadores de aeropuerto con mascarillas mirando los sensores de calor a ver si traemos los bichos del H1N1... Varios carteles bilingües nos llevan a inmigración y a recoger las maletas.
Llegada al aeropuerto de Hong Kong |
Nos vamos en un bus con mas gente al hotel. Pasamos desde la isla donde esta el aeropuerto Internacional hacia la zona de Kowloon. Cruzamos un par de puentes que dejan enanos al Golden Gates y seguro al futuro que construirán en Chiloe. Muchos edificios altísimos con pinta de departamentos no muy grandes con una distribución aparente que permitiría meter deptos hasta en el ascensor.
Ya en la zona de la península empezamos a llenarnos de letras chinas. Miles de restaurants y algunos mercados que al parecer vamos a ir a visitar hoy. Llegamos a la calle Salsbury que bordea el mar y luego a Nathan st., la avenida principal, que es algo muy similar a estar en Nueva York.
Llegamos al hotel y pasamos por el primer cuasi engaño del viaje... Nos ofrecen insistentemente un upgrade de las habitaciones a un piso superior y un montón de beneficios por la módica suma del doble que pagamos por quedarnos aquí. Dijimos que no y nos mejoran la oferta... Y después del segundo NO nos hacen el upgrade igual gratis... ¿qué tal?. Ahí es cuando pensamos que esas siempre fueron nuestras habitaciones.
Y ¡tremendas habitaciones en el piso 32! (32F según la nomenclatura de aquí). Una vista libre de la Isla de Hong Kong (nosotros estamos en la península), de noche con los mega edificios iluminados. Nos cambiamos algo de ropa rápido sin pensarlo mucho porque si fuésemos más críticos todos necesitamos una ducha después del viaje... pero queremos salir.
Tomamos un taxi en la calle del hotel y nos metemos los 5 en el auto sin preguntar. Al chofer al parecer no le quita el sueño sobrepoblar su taxi así que sin comentarios anexos nos lleva al destino. Aquí manejan por el otro lado así que el papi de copiloto va casi manejando y frenando con los pies cuando vienen autos en contra con el stress de sentir que le falta el volante. Atrás mientras Carloa descubre que una pantalla digital touch que hay tiene juegos para los pasajeros, y dejamos, con el nombre "Chile", el récord máximo hasta ahora (sólo había uno mas jaja).
Llegamos al Night Market de la Temple Street y todo es literalmente "Made in China". Primera vez en la vida que no vamos a dudar de la procedencia original de las cosas porque a pesar de que Hong Kong no es China, igual es lo mismo jaja.
Caminamos por los pasillos y vemos un montón de chiherias pláticas, accesorios para celulares, ropa, juguetes y uno que otro negocio con cosas típicas que valen un poco más la pena. Pensamos que como después iremos a muchos más lugares dejaremos las compras de lo típico para cuando hayamos avanzado más en el viaje.
Empieza a hacer un poco de hambre y decidimos comer en un local bien local, de esos con las fotos de la comida pegadas en la pared y con mesas improvisadas y pisos plásticos. Pedimos varias cosas y la mamá rompe todas sus reglas internas y come con nosotros, aunque con algo de temor, pero lo logró :)
Ya son cerca de las 23.30 y seguimos caminando, siempre en dirección al hotel. Van cerrando los negocios a medida que pasamos, y sería el fin del Night Market para nosotros. Caminamos por Nathan St., la avenida principal, hasta el hotel.
A la Jani se le ocurre que vayamos a tomarnos algo antes de dormir así que pasamos a un bar al lado del hotel (porque el que tienen acá en un mirador, AVA, ya estaba cerrado). Pedimos algo unos tragos tradicionales internacionalmente (Gin Fizz, Blue Hawaii, Tequila Sunrise, Margarita y Snow Ball) y después de poco rato estamos listos para ir a dormir.
Bar al lado del hotel |
Genial el dato!! si alguna vez pago bussines NO va a ser en ranca-Lan, si no en alguna cosa elegante como cathay o emirates o algo asi... pa que valga la pena el gasto digo yo! brigida la diferenciaaaaaaa!!
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