viernes, 28 de febrero de 2014

Día 35: Llegada a CHILE con una linda sorpresa :)

Aterrizamos a las 7:30 AM de este viernes 28 de febrero, cumpliendo uno de los objetivos personales que tenía Carlos y que pasó a ser un objetivo mutuo cuando nos casamos: Dar la vuelta al mundo. Igual es increíble pensar que como sea (avión, tren, etc.) pasamos por todos los husos horarios y sobretodo por varias culturas diferentes a lo que conocíamos, y también muy diferentes entre ellas, lo que hizo que cada cambio de ciudad durante el viaje fuese casi un desafío con momentos muy emocionantes y felices y otros que nos sacaban de nuestras casillas queriendo mandar todo a la mugre. Lo más rico, recorrerlo en familia aunque la Jani no pudiera acompañarlos las últimas dos semanas en la parte del tren (que de todos modos hubiese terminado haciendo en avión chata con los pormenores y por"mayores" de la fría travesía jajaja). Gracias a todos por acompañarnos!!! =) Los queremos mucho!!

Como era viernes la Jani no nos pudo ir a esperar porque estaba trabajando. En el aeropuerto estaban los papás de Carlos que nos saludaban desde el segundo piso mientras íbamos a buscar el equipaje para pasar por la aduana. Llegaron todas las maletas, y todos los souvenirs que trajimos de madera pasaron la aduana sin problemas (tampoco era como que trajéramos pestes al país) así que con el 100% de las cosas cruzamos por la puerta automática de vuelta a nuestra realidad.

¡Volvimos al calor! Era temprano así que no fue extremo, pero seguro después iría de a poco dándonos la bienvenida de regreso al verano de Chile.

Ya en el depto dejamos las cosas y subimos a buscar a Rocco que estaba en el depto de la Jani esperándonos en la puerta con muchos estornudos y sonrisas de felicidad. Los papás se fueron a Rancagua y los tíos también a su casa para vernos después. No alcanzamos a ordenar las maletas cuando ya empezamos con reuniones y más reuniones de trabajo por el nuevo proyecto que nos espera este año con la nueva clínica "Nicolet Werner & Asociados" (¡pronto! www.clinicanw.cl).

En la noche vino la familia de Carlos a comer y conversar del viaje y de nuestro regreso, y ya bastante agotados y con un poco de Jet Lag nos vamos a dormir como a las 23:00...



¿Y LA SORPRESA?


6 am y me despierto por quinta vez con un dolor espantoso. Sea lo que sea no es normal (porque llevo ya desde que llegamos a Moscú con molestias aunque antes era una vez al día como mucho). Tomamos las cosas y nos vamos a la clínica a urgencia. Ya allá me pasan a ver a un doctor específico quien quiere determinar la causa del dolor pero con un examen de imágenes no puede definirlo bien aún… así que me toman una muestra de sangre y tenemos que esperar dos horas el resultado.

Por esas coincidencias de la vida el primer paciente de Carlos a las 9:00 am cancela su hora (que era bastante larga), lo que le da tiempo a Carlos para acompañarme hasta las 10:30 am, tiempo suficiente para que lleguen los resultados. Nos sentamos en la sala de espera y mientras vemos tele y conversamos esperamos a que nos avisen qué onda. Como nadie nos viene a buscar aún, a las dos horas vamos a preguntar y la enfermera gestiona que se apuren los resultados mientras esperamos en una sala… y llegan.

- "¿Qué tiene que ser?" nos pregunta… 

- "Lo que sea" dice Carlos
- "Vamos a esperar a que llegue la doctora" dice la enfermera
- "No nos puedes dejar con la duda, dinos ahora" exige Carlos
- "Salió positivo… está embarazada"

Y así es la cosa… Sin saberlo (aunque al final sospechando un poco), anduvimos acarreando un lindo souvenir desde China en adelante que esperamos conocer en 8 meses más... 






jueves, 27 de febrero de 2014

Día 34: De tapas en MADRID… Escala de regreso a Chile

3:30 AM y ya estábamos todos en pie. Nos pasaron a buscar muy temprano para llegar bien al aeropuerto porque nuestro vuelo salía al amanecer. No tuvimos problemas en chequear las maletas hasta Chile, lo que fue muy bueno porque permitiría que aprovecháramos a fondo la escala que tenemos en Madrid para ir al centro y comer "un par" de cosas ricas y recorrer. 

Esperamos un rato en el salón Vip que parecía casi un salón de alguna isla caribeña porque los sillones que tenía eran casi como estar en una terraza. Comimos pocas cosas (más unos que otros), porque era súper temprano aún y obvio que además íbamos a tener desayuno en el avión. Nos llaman a abordar, y ya sentados vemos durante el despegue el amanecer. Comimos poco porque el sueño fue más, y como tenemos planes para todo el día antes de volar a Chile en la noche, aprovechamos de dormir lo que pudiésemos para descansar y reponer energías para Madrid.






Aterrizamos y vamos lo más rápido posible a la sala de guarda-equipajes para dejar las maletas de mano e irnos en metro al centro. Compramos tickets para todo el día y tomamos el metro. De los cuatro el único que no había estado hace mucho tiempo aquí era el papi, porque nosotros tres habíamos ido hace menos de 6 años así que con eso no fue difícil hacernos un recorrido mental para economizar el tiempo y hacer una visita flash y completa al centro de la ciudad. La primera parada fue la Plaza de España donde está la escultura de Cervantes con el Quijote y Sancho Panza. Nos sacamos las fotos de rigor para después seguir caminando. No hacía frío pero estaba bastante nublado y con viento así que aunque queríamos desabrigarnos un poco ya, no pudimos tan fácil. Según el pronóstico iba a llover, así que andábamos con paraguas que en verdad fueron de paseo al centro porque si es que cayó una gota no fue más que de algún a/c en algún edificio por el que pasamos jajaja.


Cervantes, Don Quijote, Sancho Panza y nosotros


La mami y el paraguas que no pudo ser estrenado


Caminamos por la calle Bailén y llegamos a los jardines del Palacio real. Nos sacamos algunas fotos y caminamos por la calle peatonal al lado del palacio, que pasa también por la Plaza de Oriente.



Palacio Real y sus jardines


Llegamos a la Plaza Armeria que está entre el Palacio Real y la Catedral de la Almudena. Como para entrar al Palacio Real teníamos que pagar entrada no quisimos gastar tiempo, pensando en la cantidad de cosas ricas que podíamos comer en vez de entrar ahí a recorrer. 



Palacio Real desde la Plaza Armería


Vamos a la Almudena y entramos a un museo nuevo que está no sabemos desde cuándo, pero que al menos ninguno conocía. Habían varias cosas, religiosas todas obvio, fotos, túnicas de sacerdotes, etc., bien bonito y ordenado, que terminaba en el último piso en una terraza panorámica con vista a la ciudad y el Palacio Real


Madrid desde la Almudena

Terraza panorámica en la Almudena

Palacio Real desde la Almudena

Panorámica con los papis a la derecha


Bajamos de la terraza y entramos a la catedral que sigue igual de bonita por dentro que cuando la vimos la otra vez con los vitrales de colores y los arcos altos que llaman mucho la atención. En la salida los papis se toman una foto con la  puerta donde aparecen en bronce los reyes actuales y varias figuras conocidas que estuvieron en la visita del Papa Juan Pablo II a Madrid.


Almudena por dentro

La puerta


Caminamos ahora por la Calle Mayor entrando de vez en cuando a las tiendas de souvenirs, con destino al Mercado de San Miguel, conocido por tener toda variedad de tapas españolas cuál más exquisita que la anterior. No es aún la hora de almuerzo pero de sólo pensarlo ya tenemos hambre así que el plan es picotear algo ahí para después almorzar en la Plaza Mayor.


Calle Mayor

Mercado de San Miguel


Ya en el mercado la decisión de qué comer es bastante difícil, aunque es obvio que no podemos salir de ahí sin comer unos ricos jamones. En las fotos van a ver lo difícil que fue ese momento para el Papi y Carlos, mientras con la Mami esperábamos con confianza su elección.


En el fabuloso Mercado San Miguel


El momento de la difícil decisión

"¿Y si compramos uno de cada uno será mucho?

"Mmmm… yo creo que puede ser harto"

Finalmente: un cono de Jamón Serrano y otro de Chorizo Español


Seguimos vitrineando, después de comer los jamones que estaban muy buenos, y llegamos a los mozarella frescos y de búfala. Elegimos sólo dos para compartir porque ya de vista eran unas bombas poderosas que aunque muuuy ricos, eran tan grandes que hubiesen servido para alimentar casi a una familia entera. 


Carrito de los mozarella

Ñam!


Dudando de si almorzaríamos o no caminamos hasta la Plaza Mayor. Llegamos y nos tientan de inmediato los amorosos meseros del "Museo del Jamón". De todos modos preferimos darnos una vuelta antes mirando otros restaurantes, y sacarnos algunas fotos en la plaza antes de comer. 


Arcos de entrada a la Plaza Mayor

Plaza Mayor



Para qué hacernos de rogar ante tan rica oferta… Volvemos y nos sentamos en una mesa afuera del mismo restaurante que nos tincó al principio (Museo del Jamón) cerca de una estufa a gas, porque aunque esté un poco frío que lata comer adentro si la gracia es estar en la plaza. Pedimos una jarra de sangría, una tortilla de "patatas" y una paella para compartir. Llegan las cosas y disfrutamos nuestro festín compartido para irnos empapados de comida local a Chile en la noche.


Rica sangría

Tortilla de patatas y Paella para compartir

Pajarito esperando en la mesa de al lado a que algo cayera de nuestros platos


Después del rico almuerzo cruzamos completa la Plaza Mayor y nos sacamos las últimas fotos. Seguimos el recorrido por las calles en busca del postre (sí, ¡más comida!). 




Imposible pasar por Madrid y no comer unos ricos churros con chocolate. Caminamos y caminamos hasta que llegamos al pasaje San Ginés donde está la famosa Chocolatería San Ginés. Había cola para pagar, y una vez que tenías tu ticket tenías que buscar una mesa para que te atendieran ahí. Tienen tres pisos con mesas así que eso es lo menos complicado… a pesar de que la fila par pagar es larga en verdad el tramito es bastante expedito. Bajamos al subterráneo y nos sentamos. Nos piden el ticket y pronto nos traen las cuatro porciones de churros con cuatro tasas de chocolate caliente… muy muy muy buenos. 



Postre a la madrileña




Nuestros ojos fueron evidentemente más grandes que nuestro estómago porque no pudimos comernos todo. Con mucha pena recolectamos lo que quedó y lo guardamos para regalarlo a alguien en la calle, porque comparando con las visitas anteriores a Madrid, la cantidad de gente en la calle pidiendo es demasiada haciendo notar mucho los problemas económicos del país.

Caminamos hasta la Puerta del Sol y una vez ahí nos tomamos fotos con la escultura del Oso y el Madroño, símbolo de la ciudad.




Hacemos algo de shopping y ya con algunas bolsas en la mano llegamos hasta la Gran Vía. Tenemos la opción de seguir vitrineando, caminar hasta la Puerta de Alcalá o ir en metro hasta allá, pero algunos en el grupo están cansados de andar "aplanando calles" así que decidimos irnos al aeropuerto.

Tomamos el metro y hacemos cambio de línea para tomar el que llega hasta Barajas. Una vez ahí caminamos con mucha calma porque tenemos harto tiempo, después de que pasamos seguridad e inmigración nos vamos directo al Salón Vip donde comemos bastantes cosas ricas, algunos toman una que otra cosa y descansamos e intercambiamos hasta la última foto para tener todo ok al llegar a Chile. Nuestro vuelo salía a las 23:55, así que media hora antes hacen el llamado y caminamos el eterno camino hasta la puerta donde está el avión. Nos subimos y al despegar empezamos el último trayecto de este viaje pensando que cuando aterricemos en Chile en 13 horas más habremos dado completamente la vuelta al mundo.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Día 33: MOSCÚ: Lenin, Plaza Roja, Museo y Ballet para cerrar el viaje

Último día de recorrido después de un largo viaje dando la vuelta al mundo. Aún nos quedaban cosas de Moscú por conocer pero con todo el relajo posibe porque a estas alturas lo que menos nos queda es energía para andar corriendo.

Salimos temprano de todos modos para pasar a conocer la Catedral de Cristo el Salvador que es impresionantemente grande. Esta catedral fue destruida por el régimen comunista y transformada en una piscina pública enorme, pero después volvieron a construirla, hace no mucho, igual a como era la anterior con donaciones de los fieles. Ya por fuera la Catedral es enorme y bastante elegante, blanca, con las cúpulas doradas. Adentro es muy alta pero la dinámica es similar al resto de iglesias ortodoxas que hemos conocido. Muchas imágenes bidimensionales, y aquí sí que hay gente rezando. También vemos a varios sacerdotes (no sé si se llaman igual en esta religión), con sus túnica negras y cruces doradas enormes colgando del cuello que van de un lado a otro. Hay también reliquias en vitrinas donde la gente mira, reza y luego sella con un beso sobre el vidrio que tiene varias huellas de lipstick estampadas. Nos quedamos un rato mirando cada rincón que encontramos, y después seguimos el camino otra vez al punto central de nuestra visita a Moscú… la Plaza Roja.


Catedral de Cristo el Salvador



Ya en la Plaza Roja vamos directo a intentar entrar al mausoleo de Lenin para que no nos pase como los dos días anteriores que ya estaba cerrado cuando llegábamos. Tenemos que dejar todo lo electrónico (cámaras y celulares) en una sala de lockers donde te dan un número para el retiro con un tipo "súper buena onda" en la ventanilla que recibe las cosas con una sonrisa que no alcanza a sobrepasar el ancho de su nariz jajaja.

Pasamos por el control de seguridad y entramos con actitud solemne por la orilla del muro del Kremlin, viendo las lápidas de las muchas tumbas de gente importante que ha tenido algo que ver con la soberanía rusa y que descansan por siempre, no muy en paz, en el muro. Damos unas vueltas y llegamos a la entrada. El guardia ruso que está en la puerta tiene cara de poker y no se inmuta con la presencia de la gente. La instrucción es caminar en silencio sin parar. Pasando el guardia de la entrada doblamos a la izquierda y el pasadizo es gris oscuro con poca luz, algunas escaleras que suben y bajan, y después de un par de curvas a la derecha llegamos a la sala central que es también muy oscura con un sarcófago transparente al centro con algo que parece ser un muñeco de cera, pero en verdad es Lenin embalsamado que con todo el maquillaje y técnicas de conservación parece una más de las figuras de Madame Tussaud. Está cubierto con una bandera roja comunista y muy iluminado. Da una sensación rara entre el silencio, las luces, lo que ves y lo que sabes que estas viendo...

Luego de dar la vuelta completa al féretro sales hacia la derecha donde en cada esquina hay otro guardia con cara de nada esperando a que alguien haga algún movimiento distinto a lo indicado para llamar la atención y regularizar el paso de la gente.

Ya afuera pasamos por el lado de mas tumbas, entre ellas la de Stalin, y salimos para ir directo a los lockers a buscar las cámaras y celulares. 


Nosotros no íbamos en ese grupo pero es para contextualizar la experiencia


Guardia de la entrada con la mejor Poker Face de la vida



Cruzamos por última vez la plaza roja y caminamos por detrás de la Catedral de San Basilio hacia el puente que cruza el río Moscú donde se ve la muralla del Kremlin que da al río. Aprovechamos de sacarnos las últimas fotos con el paisaje y adiós a las construcciones icónicas al menos por un buen tiempo más.








Decidimos seguir conociendo la ciudad así que omitimos la opción de ir en metro al próximo destino y caminamos. Después de cruzar el puente llegamos hasta el canal del río de Moscú que se divide para hacerle el quite a una especie de Isla que se forma en la ciudad, pero que en verdad nadie reconoce como Isla. Caminamos por la orilla mirando el paisaje y uno que otro pato que nada cerca de la salida de las alcantarillas que desembocan en el canal. 





Cuando llegamos al puente peatonal "ulitza Luzhkov most" vemos que tienen varios árboles metálicos para que la gente ponga sus candados de amor, internacionalmente conocido y difundido actualmente, porque el puente es de cemento y para agarrar candados, ninguna opción. No lo cruzamos sino que vamos en sentido contrario por la cale peatonal hasta llegar a la Galería Estatal de Arte "Tretiakov". Antes de entrar nos tomamos un café/té/jugo en un restaurante vegetariano que está al frente que tenía menús bastante ricos, pero aún no teníamos hambre como para almorzar. Terminamos ahí, aprovechando de descansar un poco de la caminata, y vamos a la galería. La recorremos entera pero saltándonos algunos salones, aunque pocos para la cantidad que eran. Estaba bien organizada en forma cronológica y el plano que te entregan es bastante útil para guiar y entender en qué época están inspiradas las obras. También en cada sala había explicaciones en distintos idiomas de los artistas que tenían obras ahí y de las épocas a las que correspondían las cosas.



Galería Estatal Tretiakov

Un Porsche súper estiloso y "elegante" en la calle de vuelta de la galería


Después de un buen rato nos vamos caminando de vuelta por la peatonal y seguimos por la orilla el canal hasta llegar a la ex fábrica de chocolates en la punta de la Isla Bolotny que actualmente es conocida por ser una zona de restaurantes de todo tipo, aunque fundamentalmente estilosos y algunos bastante caros y exclusivos. Se conoce como "Octubre rojo" porque la construcción es roja completa, y si no conoces bien o sabes bien a donde vas es casi un laberinto poder entender por dónde están las entradas a los muchos lugares para comer que parece haber en el lugar. Terminamos, después de mucho recorrer, entrando a uno que se llamaba Art Academy Bar, que tenía decoración bien moderna y una amplia carta con menú también en inglés (algo que parece ser obvio para ciudades turísticas como esta pero no lo es tanto porque en alguno que otro que intentamos con suerte entendían la palabra "English".


Zona de restaurantes Red October

Art Academy Bar


Comimos pizzas, pastas y picoteamos cosas ricas aparte de unos copetes y cervezas para acompañar. Nos vamos con el ombligo hacia afuera y caminamos hacia el puente peatonal que une la Isla Bolotny con la Catedral de Cristo el Salvador.



Foto con la escultura enorme de bronce que hay en la punta de la Isla Bolotny que se veía también ayer cuando cruzamos al parque Gorky.

Puente Patriarshiy Most y Catedral de Cristo el Salvador


Última fotito con Moscú de fondo desde el puente Patriarshiy Most


Como estando en la Catedral estábamos ya cerca del departamento, y como "no hemos caminado nada", nos vamos caminando otra vez a nuestro hogar. Ya son las 5 y algo de la tarde y tenemos que salir pronto camino al teatro para ver el ballet que compramos en el escenario nuevo lateral al Bolshoi. Llegamos, nos cambiamos ropa, principalmente las zapatillas cómodas por zapatos un poco más decentes para no desentonar con las señoras de lentejuelas que siempre aparecen en estas cosas, y nos vamos en metro.

Caminamos hacia nuestra estación y claramente es la hora peak en el metro porque la mitad de Moscú está moviendose a sus hogares. Llegamos a la estación más cercana al Bolshoi (Teatralnaya), y es una intersección de dos líneas, y claramente no tenemos idea cómo identificar la salida más adecuada para llegar tranquilos al teatro. Por suerte una niña nos ve cara de turistas y en un inglés perfecto nos ofrece ayuda, así que la seguimos porque al parecer ella iba a esa misma salida o salió de buena onda por ahí. Había vivido en inglaterra, por eso el inglés, pero era rusa. Llegamos al teatro lateral del Bolshoi donde en la sala "New Stage" se daban los dos ballets que veríamos: "Kvartira" y "The Rite of Spring" (este último con una sinfónica).

Entramos y dejamos las chaquetas en guardarropía, y aprovechando el rato libre que tenemos nos tomamos un jugo o bebida en el café que había. Efectivamente habían señoras de lentejuelas, pero no éramos los únicos vestidos normales en el lugar, así que estamos ok. Suena el primer timbre y todos nos dirigimos a nuestras entradas correspondientes. Llegamos a nuestro asiento y esperamos a que empiece el primer ballet.

¿Ballet ruso?… sí, los que actuaban eran rusos, pero el ballet era lo más moderno y extraño del mundo, con decirles que hasta una guagua salió de repente de un horno quedama (pero de mentira, obvio)… Un poco desilusionados por no haber visto un "tutú" como imaginábamos, esperamos al segundo ballet. El intermedio fue bastante largo porque la sinfónica tuvo que armarse desde cero, afinar, etc. Esperábamos que con esta música al menos el segundo ballet fuese más como lo que esperábamos ver, pero cuando se abren las cortinas, vemos una llave de grifería gigante de 4 metros y de nuevo quienes bailaban vestidos casi con ropas espaciales, así que de tutús nada, sino más bien danza contemporánea. Al parecer no fuimos los únicos desilusionados porque cuando terminó la función gran parte del público no se quedó a aplaudir, aunque los aplausos para nosotros fueron parte del show, porque estos rusos aplauden sincronizados, casi como cuando la gente se coordina y aplaude para pedir que "empiece" algún show, concierto, etc. jajaja.


New Stage del Bolshoi Theatre




Recuperamos nuestras cosas en guardarropía y nos vamos en metro de regreso al departamento… últimos momentos en Moscú y último paseo en este famoso metro. En algún momento pensamos ir a la Plaza Roja de noche a ver las cosas iluminadas pero en verdad hacía frío y ya estábamos tan empapados de Plaza Roja que no fue necesario… podíamos volver a Chile tranquilos sin haberlo hecho, jajaja.

Ya en el departamento armamos las maletas perfectamente pesadas y cerradas para no tener que hacer movimientos extraños y después de armarlas y desarmarlas varias veces para calzar los pesos, y las cosas, terminamos, un poco agotados, pero con éxito la misión. Nos vamos a dormir un rato, porque nos pasan a buscar a las 4 am… y entre que tenemos que levantarnos, bañarnos y guardar lo último tenemos tan sólo un par de horas para dormir.