miércoles, 5 de febrero de 2014

Día 12: KYOTO, despertando en un Ryokan

Quedamos en estar listos a las 9.30 para salir pero recién a las 10:15 estamos tomando desayuno en nuestra pieza. El hostal tiene baños compartidos y aunque no nos tocó hacer fila con más gente igual llevar tus cosas al baño, traerlas, ir a lavarte los dientes allá y secarte el pelo acá toma más tiempo. Tratamos de dejar lo mas ordenado posible la pieza y salimos a recorrer. Para nuestra sorpresa está nevando, algo que Carlos nos había contado que ya había visto en la mañana cuando salió a correr 10K a un parque que queda cerca del hotel. Durante todo el día tuvimos momentos de nieve, de repente más intenso y a veces sólo pelusas que caían incluso cuando el sol nos alumbraba.



Hostal, ¡nevando!

Monstruo come-nieve




Carlos tiene todo el sistema de buses estudiado con el bus que hay que tomar entre cada cosa que queremos hacer hoy. Caminamos a la misma parada de ayer y tomamos el bus que nos lleva al Castillo Nijojo. 



Castillo Niojojo


Pagamos la entrada y lo primero que vemos es un patio anterior rodeado de muros altos de piedra. La visita oficial empieza con la casa del Shogun, para la que tenemos que sacarnos los zapatos y ponernos pantuflas para poder entrar. Empezamos a caminar y vemos en mil lugares letreros de "prohibido tomar fotos". Lo único que logre es esto con el celular aunque salió borrosa (la verdad esta prohibido no porque el concepto foto haga daño sino que el flash daña las pinturas murales que hay dentro, y como hay gente que aunque le digan "no flash" dispara igual con flash o no sabe sacarlo o cree sacarlo y no lo saca, prohíben del todo hacerlo (en verdad es por algo de propiedad intelectual de los dibujos porque tampoco permiten hacer reproducciones dibujando en el lugar lo que uno está viendo).



Casa del Shogun



Pórtico para la casa del Shogun


Unica foto del interior de la casa del Shogun… sin tanta transgresión de leyes de no foto, porque fue sin flash y no tiene las pinturas de los murales de las habitaciones, maja 


Caminamos y nos sentimos como ninjas porque el lugar es silencioso y la construcción es típica de las películas. Sentimos, mientras vamos pasando por distintas habitaciones con murales pintados y algunas ambientadas con muñecos vestidos de la época, un chirrido ambiental. Es un sonido inconstante un poco agudo. De repente vemos un letrero que explica que el chirrido es del piso y que fue diseñado así para saber cuándo venía alguien. Cobra sentido que el concepto asociado a los ninjas aparte implique silencio al caminar para no ser detectados cuando llegaban a atacar a los shogunes (en ninguna parte dice que lo hacían pero basandonos en las películas podría ser jaja). La verdad es que hay también lugares para recibir a los samurai (no ninjas) y también algunos salones para guardar las armas. Damos la vuelta completa y volvemos a ponernos los zapatos para seguir recorriendo.

En la parte de atrás de la casa del Shogun hay un jardín con una laguna pequeña, una cascada y árboles de todo tipo con algunos de tipo japonés entremedio. No están florecidos por la época pero en primavera debe ser más lindo aún. Después pasamos otro muro de piedra tipo fuerte con un foso alrededor para proteger lo que hay dentro, y llegamos a la zona de otra casa que está cerrada (no se puede visitar) con mas jardines alrededor con árboles japoneses y no japoneses por todos lados, entre ellos uno que se llama árbol fénix (traído desde Hiroshima) porque sobrevivió el ataque nuclear a pesar de que estaba a 1 Km del centro de la explosión de la bomba... En conclusión, son muchos jardines rodeados de un complejo de muros de piedra y un foso alrededor de los muros, por lo que en los tiempos en que estuvo ocupado debió haber sido una gran fortaleza para proteger al Shogun y su familia.



Jardines del Castillo

Poder japonés

Foso y fuerte de piedra



Vista desde arriba del complejo

Árbol fénix


La próxima parada en bus es el Rokuon-ji temple donde está el Kinkaku o pabellón dorado (por el nombre de este pabellón el templo es a veces conocido como Kinkaku-ji Temple). Es una construcción budista dorada completa (bañada en oro), que tiene reliquias de Buda dentro. No se puede entrar pero es suficiente con mirarla desde el sitio designado para los turistas para sacarse fotos con el pabellón y la laguna que lo rodea. Los jardines representan la Tierra Pura de Buda en este mundo. Es muy bonito así que vale la pena visitarlo.



Rokuon-ji Temple

Golden Temple



Seguimos por el sendero y hay una zona para orar, con varios rituales budistas para hacer: inciensos (pero no tantos como los que vimos en Shanghai), unas cuerdas que al moverlas suena una campaña arriba, mensajes en unas tablas de madera, entre otros.








Después de comprar unos cafés y chocolates calientes en una máquina a monedas seguimos caminando hacia la salida. El siguiente objetivo es llegar al barrio Gion donde ayer fuimos a comer (vamos de nuevo en bus, obvio). Nos bajamos en el mismo lugar y entramos esta vez por el pórtico del Maruyama Park.  En la entrada hay varias mujeres vestidas con trajes típicos (a estas alturas del día hemos visto varias pero aquí hay más), que andan en grupo o con sus parejas, claro que ellos vestidos con ropa convencional actual. 






Paseamos por Maruyama Park donde hay varios árboles sin hojas ni flores por la época pero que seguro en primavera deben ser muy lindos y todos rosados como las postales típicas de aquí. Hay uno que otro mini puente sobre la laguna donde también hay enormes pescados sobrealimentados que a pesar de su tamaño obeso miran y se acercan a la orilla con la esperanza de que les den más comida.



Maruyama Park

Vemos una escultura de un samurai o ninja con alguien mas y como la explicación está en japonés no tenemos idea quienes son, qué representan o qué hicieron para estar en una escultura. Como es típico de acá nos da tema para sacarnos unas fotos ninjas con ellos de fondo.







Después de lesear un rato con esas fotos y, tratándo de no herir sentimientos de la gente que vive acá, seguimos por la ruta que bordea la colina. Entramos a la zona de un templo que ya estaba cerrado pero podemos ver igual porque están limpiándolo. Después del templo casi inmediato hay un cementerio muy diferente a los que conocemos, con tumbas verticales una al lado de la otra donde claramente no caben ataúdes, así que suponemos que crema a sus muertos y después dejan las cenizas ahí. Algunas tumbas tienen letras escritas, otras tienen flores y las mas pro tienen árboles plantados en el pequeño espacio asignado para decorarla. El acceso esta restringido obviamente, pero de abajo vemos cómo el cementerio termina bien alto donde la selva (aparentemente nativa) continúa el ascenso por la colina.




Papi jugando a ser ninja



Cementery


Bajamos por calles una calle local rodeada de casas que parecen ser habitacionales, pasamos por el lado de otro templo y llegamos a una zona muy turística con restaurantes japoneses con puertas correderas de madera. También hay patios interiores y todo ambientado en estilo japonés.

Mientras caminamos por ahí nos cruzamos con un par de japonesas vestidas con ropa típica de aquí y maquilladas. La mamá les pregunta si puede sacarse una foto con ellas y la Jani aprovecha de salir también.







Subimos una escalera grande y llegamos en lo alto a otro templo más donde tenía para hacer varios rituales (campañas que giran, una vaca para acariciar donde tienes alguna dolencia, zona para poner inciensos, maderas, etc.). Hay pequeños letreros que explican el significado así que algo podemos entender. Tocan las campanadas que indican que ya son las 6 de la tarde. Vamos a un negocio al lado mientras nos damos cuenta de qe atrás está el Buda gigante (ya esta cerrado para entrar). El negocio también esta cerrando así que apuramos el paso para alcanzar a conocer algo más.








Bajamos unas escaleras y ahí si que es turístico el sector. Una calle llena de negocios de artesanías y cosas alusivas a Japón, calcetines con dedos separados para los zapatos de aquí, souvenirs, etc. Compramos algunas cosas mientras seguimos caminando y ya se hace de noche. Nos encontramos con otro templo así que aprovechamos la vista para las últimas fotos. Prácticamente todo está cerrado así que después de eso cambiamos rápido y con harto frío. 










Llegamos a la calle principal y buscamos algo para comer. Hacemos un intento fallido de ir a un restaurante italiano pero era caro y fome (casi sólo salsa de tomate pura con spaghettis). Nos vamos y el papá identifica un restaurante arriba en un edificio en un piso 4to. Subimos a preguntar y es sistema de menús. Esta vez respetamos la traición y cada uno pide el suyo... son bandejas cuadradas donde viene de todo: Sashimi, tempura, soba (noodles japoneses fríos o calientes), aliños (cebollin, wasabi), algún postre, etc., obviamente dependiendo de lo que pediste en la carta. En la mesa del lado comen algo típico de aquí también: la mesa tiene un calentador eléctrico al centro y encima una olla tipo Wok con un caldo. La comida viene en una caja: carnes y pescados crudos más verduras y soba. Hay otra caja al lado de donde sacan un par de camarones grises vivos que ponen en el caldo hirviendo y a los pocos segundos sacan colorados y muertos (los vecinos de mesa nos muestran cuando echan un camarón vivo porque estamos todos interesadísimos en la dinámica, y como toda demostración falla cuando toma el camarón y se le escapa hacia los pies de la Jani... Vivoooooo!!).





Terminamos de comer y nos vamos en bus al hotel. Las piezas están frías pero nos abrigamos harto y de a poco la calefacción hace algo de efecto. La mamá está feliz porque los cambiaron de pieza en la mañana y les tocó una habitación casi nueva mucho más grande y en un segundo piso así que es mucho más calentita. Nos vamos a dormir hasta mañana para despedirnos de Kyoto y seguir viajando por Japón.



Sistema de buses con indicador desde que el bus está dos paradas antes de llegar

1 comentario:

  1. Amamos todo! El pabellon dorado es hermoso! :) uf... Espero mas aventuras!!!

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