jueves, 13 de febrero de 2014

Día 20: Frío extremo en ULAANBAATAR (MONGOLIA)

La cortina de la habitación en el tren es bastante black out así que no nos damos ni cuenta lo que ha avanzado el día cuando nos despertamos cerca de las 10 de la mañana. Afuera el paisaje sigue siendo desértico (estamos internados en el desierto de Gobi) con planicies lisas y pequeños montes cubiertos de una fina capa de nieve. 

De vez en cuando se ven grupos de vacas, de caballos, ovejas, ciervos, y bien aisladas unas de otras algunas carpas de los nomades de Mongolia conocidas como "Gers". Estas carpas son aparentemente de tela gruesa impermeable con la parte de abajo circular que sube en forma recta y vertical, después de 1,70 mts aprox se acerca hacia el centro terminando en una punta no tanto más alta que las paredes verticales circulares. Los nómades mueven estas carpas de lugar pero las que vemos parecen estar bien establecidas con murallas de madera alrededor y animales dentro o fuera del recinto. Algunas tiran humo por sus chimeneas así que es seguro que hay mongoles viviendo ahí. Creemos que las paredes de madera son principalmente para protegerse del frío invierno del desierto de Gobi, y quizás después se trasladan... quién sabe.

Los papás se despertaron antes y nos cuentan que vieron algo del amanecer, y además de varios caballos vieron ¡un camello salvaje! (nosotros no vimos ninguno así que nos quedamos con la imagen de la foto que le sacaron ellos). 



Camello salvaje en el desierto de Gobi

Caballos salvajes




Nos semi levantamos (porque la ducha en verdad es un hilo de agua en un baño enano y feito, así que lo dejamos para el hotel), y vamos a tomar desayuno. Anoche cuando pasamos la frontera y llegamos a Mongolia pusieron un nuevo carro comedor, así que vamos a ver si hay desayuno (porque no tenemos tickets de desayuno incluido como ayer). Vamos al carro (que igual que ayer es el siguiente al nuestro, uno hacia atrás), y la pasada de un carro a otro nos advierte del frío que se viene en UlaanBaatar. El nuevo carro es mucho más pintoresco, con aplicaciones múltiples de madera y decorado con cosas típicas. La que atiende entiende y se hace entender perfecto en inglés. Pedimos huevos y tostadas y están tan buenos que pedimos más (ni comparado con el carro de comida chino). Terminamos el juego de cartas de ayer y la ganadora absoluta es la mami. 





Comedor Mongol

Nuestro tren en el Gobi

Nos vamos a nuestro vagón a disfrutar el paisaje que queda hasta llegar a UlaanBaatar. Sigue estando todo nevado en las planicies y de vez en cuando vemos en lo alto de los cerros campos de energía eólica que dan un toque bonito al paisaje. Hay algunas villas locales que tienen aparentes salas bajo tierra con chimeneas que se asoman, quizás para tener salones más calientes para estar o para servir de refugio a los animales. Algunas de las vacas que están pastando afuera están vestidas con lo que parecen ser sacos de tela que las abrigan del frío tremendo que debe estar haciendo. Y hay más y más Gers cada vez.



Energía eólica en el desierto

Casas para las vacas

Vaca vestida

Gers de los nómades





El hecho de que las casas y carpas empiecen a ser más y más anticipa nuestra llegada a la capital de Mongolia. Al menos desde el tren UlaanBaatar no se ve como una gran ciudad pero no queremos anticiparnos. Nos vestimos con toda la ropa que traemos y nos bajamos del tren más abrigados que hijo único, después de haber andado más de 1.500 Kms en el tren (son las 13:25 hora local). Ya abajo y con las maletas todas juntas, con la mami esperamos al Sol (que no calienta) mientras el papi y Carlos van a cambiar algo de plata. Se nos acerca un Mongol con un letrero que dice el nombre de nuestro hotel y mi nombre y el de Carlos (eeee! nos vinieron a buscar a pesar de que el transfer no estaba confirmado). 



Estación de trenes en Ulaanbaatar


El papi y Carlos salen de la estación después de cambiar a moneda local algunos dólares y nos vamos en un minibus al hotel. No es tan lejos pero hay un taco tremendo así que nos demoramos casi media hora en un camino que normalmente se debe poder hacer en 5 minutos.

El hotel es exquisito (Ramada City Center), y está en la misma construcción que un mini mall. Afuera hacen -20 grados y son alrededor de las 14:30 hrs. Nos abrigamos bastante (porque ya en la estación sentíamos cómo nos congelábamos por dentro al respirar), y salimos en taxi hacia la plaza.

Tenemos sólo hoy y parte de mañana para conocer UB. La verdad es que la gracia de las cosas de aquí es hacer actividades al aire libre. Hay varios trekkings, conocer un templo, ir al desierto a caballo y dormir en un Ger (carpa Mongola). Ahora, considerando al temperatura que va de los -20 a los -40 son pocas las actividades que se pueden hacer así que optamos por ir a conocer la escultura de Gengis Kan en la plaza Sukhbaatar y buscar algún buen lugar para un almuerzo-cena poderoso aprovechando de conocer la ciudad.

Tomamos un taxi en el hotel que demora bastante en recorrer poco trayecto porque hay taco (al parecer aquí hay taco todo el día). Llegamos a la plaza Sukhbaatar y nos bajamos en la vereda del hotel Blue Sky, muy moderno (el más moderno de toda  la ciudad que tiene pocos edificios y la mayoría son viejos, muchos de ellos que quedaron construidos de la época en que los soviéticos ocupaban el lugar). Tiene forma de vela como uno de los edificios típicos de Dubai. Sentimos el frío intenso que por lo abrigados que estamos demora un rato en noquearnos. Al respirar por la nariz sientes como se va congelando por dentro y si respiras por la boca el hielo te quema la garganta, ¡y que ni se te ocurra sacarte los guantes!. Personalmente es el mayor frío en el que he estado.

Cruzamos la calle y en el bandejon central vemos unas esculturas de hielo y algunos árboles que en vez de regarlos les ponen unos bloques de hielo para que al derretirse alguna gota de agua les llegue (con este frío no se derretirán jamás). Después de detenernos a ver esto cruzamos la otra mitad y llegamos a la plaza principal de la ciudad.



Esculturas de hielo en el bandejón central de la calle… los mismos bloques que usan para "regar" los arboles


La plaza es bastante grande y amplia. Al fondo se ve un edificio de gobierno protegido por policías locales con la escultura de Gengis Kan al centro sentado en una especie de trono, y al medio de la plaza Damdin Sukhbaatar a caballo. Nos sacamos varias fotos con el conjunto completo (con falta de respeto incluida) y vamos a ver el edificio grande del fondo con la escultura de Gengis.




Friiiiiooooooooo

La mejor escultura de todas

Con la bandera de Mongolia

Turistas fotografiando el edificio de gobierno


La escultura es gigante. Camino para allá vemos un hombre vestido con ropas locales que nos llama bastante la atención. Los papás habían leído que es una tradición local saber usar el telar para poder hacerse la ropa ellos mismos pero las generaciones actuales ya no están interesadas en aprender el arte del telar, por lo que de a poco la tradición se irá perdiendo y será reemplazada por jeans y telas más modernas... una pena pero es parte de la evolución de la vida creo yo.



Hombre con ropa típica de aquí, pasando por la plaza de UB

Gengis Kan

Gente local






Carlos aprovecha de ir a ver si dan hoy un show sobre hielo que promocionan en un cartel (ya que el circo y otro show de música muy recomendado en trip advisor no funcionan hoy y algunos recién empiezan las funciones en junio), pero le va mal porque sólo lo hacen los fines de semana.



Vista panoramica del edificio de gobierno en la plaza de UB

Plaza de UB en vista panorámica desde el edificio de gobierno


El frío se empieza a apoderar de nosotros así que empezamos a caminar por una calle lateral de la plaza hacia un restaurante recomendado que se llama Nomads Legend. Llegamos pero el nombre no es el mismo considerando las indicaciones que salían en la guía, pero nos damos cuenta que al parecer Nomads es una cadena de diferentes restaurantes y este es un Nomads pero más moderno. La carta se ve bastante bien así que entramos y empezamos a elegir lo que más nos gusta de ella.

Al fondo hay un grupo de locales que parecen ser tipos de oficina. Uno de ellos nos pregunta de donde somos y nos habla un rato deseandonos una buena estadía en Mongolia. Vemos la carta y seleccionamos varias comidas (hay cordero, vaca, caballo, etc. y preparaciones locales y más comunes para nosotros también). Pedimos la comida, con una leve ayuda del tipo local que nos ayudo a explicarle a la niña que atiende el punto de cocción de la carne que quería el papá, y esperamos. El almuerzo estuvo muy rico y ya con la guata repleta nos volvemos a abrigar con las mil capas para salir al frío a buscar un taxi. 

Caminamos por la calle lateral a la plaza principal pero no hay signos de que los taxis existan en este lugar. Hay más taco aún (lo de los tacos es porque claramente la ciudad no ha crecido en infraestructura vial junto con el crecimiento automotriz) y al parecer es la hora peak de salida de la pega. Volvemos a la plaza con la leve esperanza de que haya algo ahí pero además de ver de nuevo las esculturas, esta vez con el edificio de gobierno iluminado con tonos amarillos y azules que le da un toque muy bonito con Gengis Kan más destacado que nadie al centro en su trono, no hay nada que se parezca a alguna opción de volver al hotel. 







Vamos a un mall que queda en una esquina de la plaza con esperanzas de que haya algún paradero y la niña de recepción del edificio (que parece ser un edificio de oficinas con una recepcionista) trata de conseguir un taxi por teléfono para nosotros pero donde llama no hay disponibles.



Hotel Blue Sky… nuestro salvador


Vamos al hotel Blue Sky porque como hotel quizás puedan ayudarnos y la niña de la recepción llama un radiotaxi que dice que llegará en 15 minutos. Nos sentamos en el lobby y aprovechamos el Wifi gratis que hay para pasar más rápida la espera... Nos avisa la niña que el taxi se atrasó así que hay que esperar 10 minutos más que no son 10 sino que 20... y aún no llega. Vamos perdiendo las esperanzas hasta que Carlos habla con un chico que trabaja ahí que le pregunta hacia donde vamos y nos ofrece llevarnos en su auto por el mismo precio que cobran los taxis por el trayecto. Le decimos que ¡sí! (en verdad no tenemos más alternativas) y a penas nos subimos a su auto vemos que llega el taxi (perdiste por demorón).

Aún hay taco pero no nos demoramos tanto en llegar. Cuando ya estamos en el hotel le pagamos y nos pregunta si tenemos dinero de Chile (coleccionista el chiquillo). Carlos sube a buscar un billete de 20 mil (mentira, de mil nomás) y se lo regala. Se despide feliz y nosotros agradecidos por habernos traído.

Subimos a desabrigarnos a las piezas y pronto bajamos a visitar el mall (afuera ya es de noche y estamos bordeando los -30 grados). Algunas tiendas ya están cerradas pero varias están aún abiertas así que hacemos algunas compras (cosas invernales sobretodo), y nos vamos a la habitación.

Dice la leyenda del frío que con temperaturas como las que hay ahora si tiras agua con un vaso o botella se congela de inmediato. Quisimos probar esto y para lograrlo bajamos con un par de botellas con agua. ¿La verdad? no funcionó así. Hace tanto frío que si echábamos agua al suelo pronto estaba congelada. Era bastante entretenido pero no fue posible jugar a guerra con espadas de hielo que se formaran en forma inmediata de un chorro de agua proveniente de la botella, así que si alguna vez quieren intentarlo y lograrlo tendrán que hacerlo con mas frío aún, sino no vale la pena congelarse como nos congelamos nosotros.

Nos volvemos a desabrigar y vamos al bar del piso 17 del hotel a tomarnos alguna cosa. Pedimos unos cocktails y la mami un vino blanco, más una tabla de quesos y pasamos un rato rico mientras miramos la vida social de los Mongoles con poder adquisitivo de UB.





Finalmente, bien cansados, nos vamos a dormir blandito en nuestras camas, definitivamente mucho más blandas que las del tren de ayer y la que vendrá mañana otra vez...

1 comentario:

  1. Ame mongoliaaa! Y el frio ... Habrá que buscar más frio! Un abrazooo

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