viernes, 21 de febrero de 2014

Día 28: Frontera EUROPA-ASIA y GANINA YAMA

Nos levantamos tranquilos a tomar desayuno (esta vez ya sabíamos que podíamos pedir huevos a la mesa así que comemos más rico aún). Subimos a preparar las maletas y antes de las 11 de la mañana las llevamos donde los papás para entregar nuestra pieza y quedarnos todos en la de ellos. 

Llega la senora del tour de hoy, Valentina (rifeytour@gmail.com) que habla muy bien inglés y fue una buena guía el día de hoy con nosotros. Nos presentamos y estamos listos para partir. Nos cuenta que la primera parada será la Iglesia sobre la sangre que vimos ayer, así que le decimos que no queremos ir porque ya la conocimos (aparte después de la tremenda lata que nos pegamos en la capilla de al lado no queremos volver a pisar ese lugar). Nos vamos entonces directo a la frontera entre Asia y Europa.

En el camino nos cuenta varias cosas de la ciudad, como lo que ya sabíamos de cuando llegamos, que hasta hace no muchos años estuvo cerrada a los turistas porque habían demasiadas tiendas de armas expuestas al público. También nos dice que Yekaterinburgo antes solía ser el borde oeste de Siberia pero la gente se empezó a identificar más con el estilo de Europa así que se declararon el límite para que justo después de ella empezaba el área de Siberia.

En las afueras de la ciudad vemos varias industrias y harto movimiento vehicular. Como capital económica de los Urales hay mucho movimiento laboral, siendo el indice de desempleo cercano o igual a cero con muchas oportunidades laborales aquí. 

La primera parada que hacemos es  memorial a la orilla del camino que lista los nombres de la mayoría de las 40.000 personas que Stalin mató en su periodo en esta área. Hay cruces y símbolos de todas las religiones porque la masacre no tenía limites de razas o credos (la guía considera que no hay razón que explique el por qué mató incluso a su propia gente más que la locura). Según Valentina morían aproximadamente 400 personas por noche en Yekaterinburgo y 3.000 personas en Rusia en general. Muchos cuerpos fueron encontrados con la construcción de los caminos. También nos cuenta que alguna vez visitó ese lugar con alguien que había perdido un familiar en el periodo y encontraron su nombre ahí. Todos aparecen con fechas de muerte similares, confirmando los decesos en este periodo. Nos bajamos bastante desabrigados subestimando el frío pero antes de subirnos a la minivan estamos muy arrepentidos porque sentimos que en cualquier momento vamos a perder las orejas… ¡está terrible!


Memorial a todos los muertos encontrados en Yekaterinburg, durante la represión de Stalin 



Después de estar un rato seguimos a uno de nuestros objetivo de hoy, la frontera entre Europa y Asia. Sorpresa fome para nosotros cuando nos dimos cuenta de que el minibus para en un lugar que NO es lo que nosotros habíamos visto en internet. Como es una cadena montañosa que divide las fronteras por la línea de división de las aguas obviamente hay un millón de puntos fronterizos, pero el del obelisco clásico que fue el primer punto que se estableció como límite intercontinental era el que obviamente nosotros queríamos conocer. Le decimos a la guía que le diga al chofer. Ella es freelance así que no tiene nada que ver con el recorrido. El chofer se queda llamando a la agencia mientras en nuestras mentes le mandamos saludos a la niña del hotel que nos coordinó el paseo.

En la frontera la gente suele hacer rituales. Amarran cintas de colores para la suerte, en otro lado toman champaña y después con las botellas los que cuidan el lugar han ido haciendo una pared bastante peculiar, pasan por un arco para la alegría y buena suerte y según la cantidad de veces que pases es un deseo para casarse, tener hijos, etc. 


Primer hito de frontera que hubo

Amarras de tela que dan suerte al ponerlos en la frontera

Pared hecha con botellas de Champaña que quedan después de beberlas para la suerte en la frontera




Llegamos a la marca que hay con una línea divisoria calada en el piso y bien definida en la nieve que está en la base de la plataforma para dejar claro en qué continente estás en cada momento. Hay una escultura moderna que fue hecha para dar más caché al límite (antes era sólo una piedra cuya foto apareció ya más arriba). Nos sacamos un par de fotos de rigor pero con pataleta porque queremos ir sí o sí al otro lugar. Cuando ya nos vamos viene una pareja vestidos de matrimonio a sacarse fotos al lugar… pensando en posibilidades, podemos pensar que quizás él es de Europa y ella de Asia, porque se sacan una foto con cada uno en distinto lado y después una bien juntos al centro (todo esto para la buena suerte).


Nueva marca de frontera cerca de Yekaterinburgo. 
Ahí están los papis, uno en cada continente

Aquí y allá al mismo tiempo

Matrimonio en la frontera entre los dos continentes


Llegamos al minibus y la guía habla con el chofer para saber cómo le fue en la empresa. Como el otro hito queda más lejos y tendrá que gastar más bencina nos dice que el tour se acortaría en tiempo un poco, cosa que nos da lo mismo porque la ciudad la conocimos ayer, así que aceptamos y nos llevan al obelisco que era una de nuestras ideas principales de hoy. El camino es por una calle que tiene bastante nieve aún, porque se desvía de la autopista. Cuando llegamos no es una zona grande sino que una construcción literalmente al lado del camino. El obelisco es bastante alto y está en una plataforma que debe tener cosas escritas pero que ahora en invierno está tapado por la nieve. Abajo a cada lado dice Asia y Europa con letras rusas para mostrar donde está qué continente. Felices nos sacamos varias fotos, mientras la guía se sorprende y nos repite una y otra vez lo valientes que somos por estar sacándonos mil fotos con el frío que hace, resistiendo como si nada… la verdad es que nunca más vamos a venir así que ahora o nunca, jajaja.


Bosques en los Urales

Obelisco en el lugar de división de Europa y Asia, donde fue puesto el primer punto divisor por Alexader von Humbold. No se nota mucho pero en letras amarillas dice Europa a la izquierda y Asia a la derecha.



Ya congelados vamos de nuevo a la minivan y nos vamos al segundo objetivo de hoy: Ganina Yama. El camino se interna por una ruta con más nieve aún y árboles tupidos. Llegamos al lugar que nos recibe con un portal de madera y una imagen. Nos bajamos muy abrigados porque el día está terrible aunque haya sol. Afuera antes de entrar hay una caseta donde se hacen las donaciones. Son donaciones "sugeridas" donde te recomiendan dar una buena cantidad de rublos. En el hotel nos dijeron que diéramos 1.000 por el grupo, pero la guía nos dice que no más de 500. Al parecer está algo en contra del sistema de este monasterio.


Distinto tipo de bosque


Ya dentro del monasterio las mujeres tenemos que amarrarnos unas telas a modo de falda porque a pesar de que andamos súper tapadas con pantalones la falda es el signo de la mujer. Caminamos hacia donde termina la calle principal y vemos la primera de las esculturas que recuerdan a la familia Romanov. Este monasterio, Ganina Yama, fue construido en el lugar donde fueron escondidos los cuerpos de la familia del último Emperador (Nicolás II). Cuenta la historia que al día siguiente del asesinato del último zar de Rusia, su esposa y sus cinco hijos, los cuerpos fueron traídos a este sector y tirados a un foso de 9 metros de profundidad. Este foso tenía algo de agua al fondo, y cuando regresaron al otro día a ver los cuerpos, estos habían salido a flote, por lo cual fueron desollados y quemados.


Iglesia de San Nicolás de Bari

Busto de Nicolás II (Romanov)

Busto de Alexandra (Emperatriz Romanov)

Homenaje a sus hijos


Cuando estábamos en la escultura de los hijos la guía nos cuenta que un día de invierno en que había nieve y hielo sobre la escultura, la nieve de la cara de la menor de las hijas, Anastacia, se empezó a derretir a pesar de las bajas temperaturas, lo que se tradujo como que la niña estaba llorando (música maestro... The Twilight Zone turururu tururuu)

Antes de entrar a alguna de las 7 iglesias que hay construidas o en construcción la guía nos lleva al foso donde tiraron los cuerpos. El foso está lleno de nieve y hay una cruz ortodoxa delante de él. Mientras nos cuenta la historia de cómo fue (donde hay dos versiones y ella cree por estudios hechos a fondo en esta de que los cuerpos estuvieron efectivamente aquí, aunque la otra diga lo contrario), se emociona y sigue el recorrido.


Cruz frente al foso donde tiraron los cuerpos despedazados

Atrás de los papis el lugar donde encontraron restos de la familia Romanov


Vamos a conocer la primera iglesia que hicieron aquí. Las construcciones son entretenidas porque la madera está calzada un tronco con el tro sin usar clavos. Hay algunas partes donde han sellado con una resina plástica para evitar que entre el frío, y no sé si tienen o no calefacción adentro, pero está calentito y es bien acogedor. Adentro está, igual que las demás iglesias ortodoxas, lleno de imágenes planas con algunas lugares para poner velas. En algún lugar una especie de cofre cubierto con vidrio y siempre también una cruz plana con San Juan a la derecha y María a la izquierda y a veces una calavera abajo que simboliza a Adán. Carlos en la noche leyó que los ortodoxos sólo pueden adorar imágenes bidimensionales, lo que nos lleva a entender por qué en estas iglesias no hay esculturas ni cruces tridimensionales. 

Luego vamos a la iglesia de San Nicolas de Bari. Es la más bonita de todas. Tiene 17 puntas que simboliza el día en que llevaron a los cuerpos al lugar. Las puntas son doradas y la construcción de madera igual a la otra que fuimos a ver. Adentro muchas imágenes de San Nicolás, donde la central tiene la característica especial de ser negra y haberse ido aclarando con el tiempo dejando aparecer la imagen. Nuestra guía dice que ella vino hace algunos años y que es verdad porque en esos momentos estaba más negra aún.




La única con 17 puntas por el día en que los Romanov fueron traídos al lugar.


Con el frío que hace (y no somos sólo nosotros porque nuestra guía esta muriendose de frío y quiere siempre que nos abriguemos muy bien y que entremos a rato a lugares para no morir de congelamiento) empezamos luego el camino a la salida pasando antes por la tienda de souvenirs para hacer un alto al frío un rato, que se traduce en compra de alguno que otro souvenir. Devolvemos las faldas, Carlos se saca una foto en el bosque y nos vamos.


Bosque en los Urales

Carlos camuflado


De regreso en la ciudad alcanzamos a pasar al mercado de souvenirs (con tanto frío que con suerte pasamos 7 minutos abajo del minibus y volvemos a subirnos con poco éxito en compras porque además habían pocos vendedores), y en el bus antes y después de ese mini mercado (que eran máximo 5 tiendas), nuestra guía saca a relucir todo lo rojo que lleva dentro con frases alusivas al régimen en Chile, haciendo preguntas sobre los 70s y cantando alguna que otra canción de la época.


De regreso en Yekaterinburgo


Llegamos al hotel y nos vamos todos a la pieza de los papás (porque la otra ya la entregamos). Entre ver tele, estar en internet, ducharnos y ordenar las maletas se pasa rápido la hora para bajar a almorzar/cenar a las 19 pm.

Con el exitazo de ayer volvemos al restaurante Sea Zone que tiene acceso por el hotel. Hoy es viernes y está casi lleno, pero alcanzamos a sentarnos en nuestra misma mesa. Nos atiende otro tipo que habla bien inglés así que pedimos algunos lo mismo, otros otras cosas y comemos felices como perdices.

A las 21 hrs la niña estrella de recepción (la misma que nos mal coordinó el tour de la mañana), nos llama para decirnos que llego el taxi para irnos a la estación de trenes. Salimos con las maletas y bien abrigados y al no ver auto parecido a una minivan empezamos a preocuparnos... De repente, por la patente, Carlos se da cuenta de que nuestro taxi es un Mazda 3 sedan donde claramente no caben las 8 maletas que tenemos y menos nosotros. Carlos de inmediato va donde la estrellita en recepción a preguntarle por qué demonios no pidió una minivan como le dijeron. En la empresa de taxis, según ella, dicen que es el auto más grande que tienen, así que no queda otra que pedir otro más. Llega luego y empezamos a subir las cosas de tal modo que Carlos se va solo con el 80% de las maletas y nosotros tres juntos con el resto. 

Partimos después de Carlos y menos mal conocíamos el camino porque el ilustre chofer parte para otro lado. Le decimos que es por otro lado y nos dice "Aeroporto?!" Noooooooo!!! "Train Station Uuuuuuhh chucu chucu chucu chucu" (con sonido y todo). Se da la vuelta en U, retoma la rotonda y quiere salir en otra dirección. Nos sale el hulk que llevamos dentro y Nooooooooo!!!, así que apuntandole hacemos que tome la calle correcta. Empiezan los llamados telefónicos y entre los dos choferes al parecer se comunican para corroborar que vamos a la estación de trenes y no al aeropuerto como la linda tarada del hotel les había dicho (si se quedan en Tsentrany Hotel por favor cuidado: "Valerie" en recepción = desastre al cubo). Carlos me manda un mensaje diciéndome que veamos que vayamos a la estación porque el taxista de él también iba para el otro lado, pero ya tenemos todo en orden.

Ya relajados empieza a sonar en la radio "Safe and Sound" (que atingente a la situación!!), y nos cacha tarareandola y no bastaba más... sube el volumen a todo dar. No puede más que darnos risa que aumenta más y más con el baile de manos lado a lado que hace él (es un cabro de treinta y algo de 2 metros de alto que seguro si viviera en Sudamérica estaría modelando para alguna marca de ropa).

Ya en la estación esperamos a Carlos que llega después (porque llegó más lejos su taxi antes de retomar el rumbo correcto), bajamos las maletas y ante la frescura del par de giles de que quieren que les paguen hasta el aeropuerto, Carlos y el papá les pagan un estimado (que seguro es mucho más de lo que debiese ser porque la estación está cerca igual de donde estábamos), y nos vamos para que entre ellos, su empresa y la estrellita de recepción arreglen el problema.

Entramos a esperar en la estación y nos quedamos con el grupo de "peludos" rusos esperando a que salga en la pantalla el número de anden de nuestro tren. De repente aparece el número y vamos con el montón de maletas hasta la satánica escalera que hay que subir para llegar al tren. Ya arriba con todo listo esperamos a que llegue el tren que demora nada en aparecer. Nosotros estaremos en el carro 17 y cuando aparece la locomotora nos damos cuenta de que es muy posible que sea un tren eternamente largo porque el primer carro de pasajeros es el 22.

Caminamos al 17, Carlos confirma con la encargada de vagón que estemos bien y nos subimos. El carro está pasado a cigarro y es bastante lúgubre. Es viejo y feo y hasta con aspecto de sucio. No había primera clase así qe estamos los cuatro en una pieza juntos menos mal. El desafío es ubicar las maletas que a primera vista parece ser una pelea de "o las maletas o nosotros". Carlos logra subir tres de las grandes al porta equipaje sobre las literas superiores y el resto es más simple. 

Parte el tren y la cinética da un poco más de energía para que la luz se prenda un poco más y así no se ve tan fea la cosa (inevitablemente siempre se verá feo este vagón). Nos ponemos cada uno en su cama y agradecemos que la encargada nos pase sábanas para cubrir los colchones y almohadas asquerosas que hay. Con la mami dormimos arriba y los hombres abajo. No dan muchas ganas de hacer algo aunque es bastante temprano (son las 11 de la noche y en nuestro destino recién las 9), así que nos acomodamos para dormir entre colchones y almohadas feos y olor a cigarro en este tren 337 destino a Kazan.

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