Hoy fue un la bastante relajado. Nos levantamos con toda calma para ir a tomar desayuno a las 9:30 (muy buen desayuno el del hotel!) y volver a las piezas a armar las maletas para hacer el check out a las 12:00 y salir. Con la a maletas a punto de reventar bajamos y dejamos todo guardado con los de recepción y nos vamos caminando a recorrer el Kremlin de día.
Hacemos el mismo camino de ayer para llegar pero avanzamos un par de calles más allá que la peatonal para llegar por arriba. En el camino vemos que se asoman entre los edificios típicos puras de otras iglesias más pequeñas que hay (que son muchas), cada una con diferentes detalles y decoraciones muy bonitas en las cúpulas.
Llegamos al Kremlin pasando por el museo de histora y llegando a la puerta de entrada. Hay bastante gente llegando pero luego se pierden de vista porque con el frío que hace todos tratan de entrar a donde sea a mirar y refugiarse un rato. Entramos (la entrada es gratis al recinto), y caminamos igual que ayer hacia la mezquita. Paramos primero en una foto que hay de vista aérea del complejo, junto con otras de la ciudad de Kazan (claro que en las fotos se ve todo más cálido porque las tomaron el verano).
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Calle superior con acceso directo al Kremlin de Kazan |
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Museo de historia, frente a la entrada del Kremlin |
Antes de llegar a la mezquita nos metemos a unas tiendas de souvenirs sólo para pasar un poco el frío que tenemos. Estamos recién empezando el día y al parecer ya estamos siendo intolerantes a esto del congelamiento corporal. Salimos (sin siquiera comprar un candy) y vamos al lado de la mezquita para tomarnos algunas fotos que no sean iguales a las de ayer.
Entramos a la mesquita y tenemos que pagar 3 rublos por unas bolsas para cubrir nuestros zapatos. El piso no tiene nada de especial pero imagino que debe ser más simple la limpieza sobretodo considerando que aquí en Rusia como hay hielo y nieve en todos lados cada vez que uno entra a algún lugar queda la escoba con el agua/barro de las botas o zapatos. A ambos lados del salón de recepción hay una escaleras para el acceso de los turistas. Subimos y le apuntamos justo a la que tiene más gente (un curso entero de niños rusos de entre 10 y 12 años que nos miran como si hubiésemos llegado en una nave espacial), mientras en el balcón del frente hay cero personas.
El balcon da hacia el salón principal está alfombrado con aspecto de tener cierto uso. Las paredes y techo están decorados y tiene bastante iluminación natural por lo que se ve muy bonito. La lámpara central también es impresionante. Donde estamos es claramente para sólo mirar porque de seguro la entrada a la zona de oración debe ser bastante restringida. En el momento en que estamos nosotros ahí al menos, no penan almas de oración.
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Salón principal en la mezquita. Noten en las fotos siguientes
los detalles de las paredes y la lámpara central. |
Bajamos la escalera y volvemos al hall principal donde no hay mucho que hacer. Nos sacamos nuestros protectores de zapatos y salimos. Afuera corre viento así que apuramos el paso para llegar a donde está el edificio de gobierno de la ciudad y la iglesia ortodoxa que vimos ayer rápido de noche. Llegamos a la Iglesia y antes de entrar nos quedamos un rato entre las construcciones mirando. Hay una torre de ladrillos rojos claramente inclinada (aunque a ratos nos engaña como si fuese normal porque el suelo está inclinado, pero según yo sí está de ladeada), y al lado de ella el edificio de gobierno de la ciudad (y probablemente de la región de Tatarstan) resguardado por policías donde claramente no podemos entrar. Carlos con el papá van un poco más allá y ven hacia el horizonte la ciudad de Kazan, mientras con la mami cruzamos los dedos porque vuelvan pronto para refugiarnos del frío y revivir.
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Soyembike Tower (Torre de ladrillos rojos) y edificio de gobierno |
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Edificio de gobierno |
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Fríooooo |
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Reja con un Sol y una Luna |
Vamos ahora a la iglesia ortodoxa. Entramos y recuperamos el aliento que el frío nos había robado. Ya más compensados entramos y recorremos los rincones de esta iglesia que tiene de todo menos sencillez. Todo está pintado (paredes, columnas, arcos, etc.) de tal forma que uno siente que hay más relieves que los que realmente tiene. Es bastante bonito aunque se vea recargado.
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Panorámica |
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Catedral de la Anunciación, en el Kremlin de Kazan |
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Fotos tránsfugas adentro de la catedral. Noten los pilares pintados y el altar principal al fondo. |
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Aquí hay santos para elegir… el que quieras encontrar para rezar, ahí seguro va a estar. |
Ya afuera vamos por unas vistas panorámicas recomendadas en el Lonely Planet, porque atrás de la iglesia es la zona más alta de la muralla del Kremlin. Sacamos varias fotos mientras miramos edificios antiguos y modernos (antiguos restaurados porque no hay ninguno viejo de aspecto).
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Vista desde el Kremlin de Kazan |
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Vista desde el Kremlin de Kazan. Lo que se ve a la derecha es un estadio muy moderno al otro lado del río |
Estamos un rato ahí pero pronto yo me empiezo a congelar así que voy a resguardarme a la casa de Jesús ortodoxo otra vez. Ya con todo en orden salimos otra vez y hacemos una última parada en la plaza que está justo afuera para sacar las últimas fotos y salir del Kremlin.
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Agua congelándose en una botella con la temperatura ambiente (experimento de Carlos) |
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Escultura en la plaza del Kremlin |
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Papi pasando un buen rato en la plaza (congelándose pero haciendo como que no, jajaja) |
Salimos del Kremlin y nos vamos a buscar una tienda de souvenirs para comprar un encarguito de la Jani que quedó pendiente en su paso por Rusia. Después de encontrarlo en la segunda opción de negocio al que entramos vamos sin hambre en busca de algún café. La verdad es que ya no tenemos más que hacer y son recién las 2 de la tarde y nuestro tren parte a las 19:45 de la estación así que tenemos mucho rato para matar.
Decidimos entrar en el Coffeeshop Company que es un café vienés. Aparte de algún té o café nos comemos una ensalada o algún sandwich liviano para hacer tiempo y cuando ya no da más el elástico pedimos la cuenta. Compramos un par de vasos entretenidos que tiene el lugar (aunque no tengan nada que ver con Rusia) y nos vamos caminando al hotel. Afuera están cayendo pequeños copos de nieve y de vez en cuando llega algo de viento. Sólo esperamos que cuando nos vayamos a la estación no esté tan terrible para no llegar o empapados o muertos de frío.
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Papi con el gato símbolo de Kazan |
Ya en el hotel nos apoderamos de un par de livings que hay y pedimos unas bebidas y papas fritas para picar. La mami que no había comido en el café se pide una hamburguesa que disfruta como si estuviera en su casa. Ya más cerca de la hora en que tenemos que irnos a la estación pedimos que nos pasen las maletas que estaban guardadas y ordenamos el desastre que tenemos para irnos lo más eficientemente a la estación.
Salimos caminando y a pesar de que neva un poco no está terrible. Lo único es el hielo en la vereda por donde vamos pero a estas alturas ya somos patinadores expertos sobre el hielo irregular. La estación está iluminada y se ve muy bonita, lo suficiente como para merecer que Carlos bucee la cámara en su mochila para tomarnos unas fotos antes de entrar.
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Mami emocionada llegando a la estación para tomar el último tren del viaje |
Ya a las 19:10 estamos allá y aprovechamos el Wifi gratis durante la espera para hablar con la Jani y leer las últimas noticias en las redes sociales y en Whatsapp. Nuestro tren está afuera pero sólo 15 minutos antes llaman por altavoz, así que vamos rápido al vagón porque nosotros con Carlos nos vamos en 2da clase y como compartiremos pieza con dos personas más tenemos que hacer lo imposible por meter nuestras maletas como sea en la habitación. Dejamos a los papis en su vagón (número 7) y nos vamos al nuestro (el 3). Carlos sube las maletas y cuando llegamos a la pieza ya hay un ruso ahí. El tren es bastante nuevo y espacioso como el que habíamos tomado por dos días seguidos (este también es un 001 pero "ra" no "M" como el Rossiya, y mientras más chico el número mejor calidad es el tren… lo que explica el terrible que tomamos la última vez que era 337, jajaja). Metemos las maletas y llega nuestra segunda compañera de pieza. En el intertanto Carlos trata de meterle conversa al ruso preguntándole si es de Kazan pero el tipo súper buena onda no responde y se pone a mirar su celular (gracias). La niña es bastante tímida y tampoco habla así que mientras no molesten nos da lo mismo lo que hagan.
Parte el tren que andará los últimos 820 Kms de nuestro trayecto ferroviario por Rusia. Tomamos nuestras cosas esperando pasar hacia el vagón de los papás pero el carro de comidas está cerrado así que con la cola entre las piernas volvemos a nuestra habitación y nos comemos nuestra comida incluida (un sandwich dome y seco con una mini agua de 100 ml más unas galletas con un paré que huele a comida de perro y una oblea de postre con mermelada), contándole a los papás que tendremos que dejar nula la visita que le sigamos a hacer. Vemos un capítulo de serie en mi cama (la cama de Carlos está ocupada por el trasero de nuestros compañeros que compraron "literas superiores" y nos invaden las nuestras para poder ir sentados), y al rato yo me empiezo a quedar dormida. Nuestros compañeros ya se habían acostado, así que Carlos se va a su cama y yo me acuesto a dormir. Carlos sigue viendo más series hasta que el sueño le gana y también cae hasta mañana.
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