domingo, 9 de febrero de 2014

Día 16: Cero grados y menos en BEIJING

6:30 y nos pasa a buscar el transfer a nuestro Hotel en Gangnam (Style). Llegamos al aeropuerto Gimpo que esta bastante más cerca que el aeropuerto al que llegamos. Vamos a la fila para hacer el chequeo de las maletas y tenemos nuestro primer acercamiento nuevamente con los chinos que empujan y se meten entremedio de la fila sin ni siquiera decir "permiso" (tanto que la mamá mira con cara de desaprobación y la misma niña de la aerolínea, Korean Air, mira a la mamá y le dice "China", con cara de "nada que hacer").

Después de chequear las maletas hacemos un poco de shopping en el Duty Free y nos vamos a la puerta que pronto empieza a embarcar a los pasajeros.

El vuelo dura dos horas y un poco más a Beijing que nos recibe con temperaturas menores a cero grados (Celcius). Igual ha sido entretenido y práctico en este viaje ir "avanzando" de a poco en la cantidad de frío porque nos vamos acostumbrando y se hace menos terrible el cambio de clima.

Nos espera un chofer con el mini-bus de transfer que nos lleva al hotel. Recordamos que llegamos a China porque maneja como las pelotas tocando la bocina y tirándose encima de cualquier auto/moto/bicicleta/peatón que se cruza en su camino.

Nuestro hotel esta en un Hutong y es bastante famoso por estar dentro de un barrio típico chino y tener patios internos (gracias tripadvisor por la recomendación)... mañana sabríamos que es casi la única oportunidad de quedarte en algo así de típico aquí en Beijing. Cuando llegamos el transfer nos deja afuera de un callejón que tiene aspecto de que sólo vive gente local ahí. Hay bicicletas tiradas, tiendas locales con puras letras chinas y gente que camina o pasa por el callejón en bicicleta o moto tocando la bocina. Llega el que parece ser el botones del hotel en un carrito tirado por bicicleta donde carga las maletas (casi todas) y se las lleva al hotel mientras nos dice "síganme".

El pasaje es súper largo hacia adentro y el hotel esta prácticamente al centro. Esta la estación de policías en el mismo callejón y mientras caminamos aprovechamos de ver la arquitectura antigua local. Hay baños públicos lo que hace pensar que quizás estas casas no tienen baños propios porque hay gente yendo a esos baños.


Houtong de Donsi, callejón 4


Llegamos al hotel que en la puerta dice "Hotel" lo que va a facilitar su encuentro los próximos días, con unas lámparas chinas de color rojo y amarillo colgadas en la entrada. Ya la decoración de la recepción es súper estilo chino, así que lo que viene hacia adentro será probablemente igual. Las niñas de la recepción hablan inglés perfecto, lo que obviamente (y dadas las experiencias anteriores desagradables), agradecemos mucho. A pesar de que nuestras piezas no están listas aún por la hora nos entregan una (para los papás) y mágicamente en los próximos minutos nos entregan las otras dos (la nuestra con Carlos en el segundo piso).

El hotel tiene dos patios interiores chinamente decorados con piezas alrededor del patio en construcciones de dos pisos. Los pasillos están alfombrados y en las puertas de entrada a las piezas y pasillos cuelgan una especie de ¿frasadas? acolchadas que tapan el frío para que no entre tan directo al abrir y cerrar las puertas. Adentro de las piezas la decoración es muy local con cortinas y cobertores en las camas de bordados chinos con colores amarillo, rojo y verde, y la cama rodeada de cortinas rojas con amarillo... ¡demasiado entretenido!. Menos mal tenemos baño y no tenemos que ir a los baños públicos porque eso sería terrible. 


Hotel Double Happiness

Habitación de la Jani

Habitación de la Jani



Salimos a pasear (aunque hace mucho frío) en metro al Zoológico de Beijing. El metro queda más o menos lejos, aunque en el mapa se ve a la vuelta de la esquina, porque hay que salir del pasaje y caminar varios anchos de pasajes más para llegar a la estación Dongsi.

Bienvenida en el metro


Llegamos al Zoológico con el objetivo de ver a los Osos Panda Gigantes (Giant Panda). Pagamos la entrada y vamos directo a la casa de los Pandas, lugar que fue remodelado (imagino que igual que todo el Zoo) para los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008. No teníamos tantas expectativas porque la niña del hotel nos había dicho que eran chicos y que en esta época sólo dormían, pero al parecer se equivocó porque todos los que vimos estaban activos comiendo o caminando (o llegamos justo a la hora de la alimentación). El primero que vimos estaba bajo techo comiendo mucho Bambú sentado en un tronco. Era hermoso aunque estaba un poco sucio porque en vez de ser bien blanco era más café tierra. Al lado en el módulo siguiente había uno que parecía ser más viejo que también comía y buscaba agua. De repente se para frente a la reja donde aparecen los cuidadores y se cuelga con sus manos como pidiendo que abran la puerta o le den algo. Al rato aparece el "cuidador" con un cigarro en la mano ¡prendido! que le abre la compuerta y lo deja entrar... Lo del cigarro ¡¡¡¡obvio lo encontramos insólito!!!! Pero a pesar de que buscamos donde denunciarlo como estos chinos no hablan inglés nadie pudo guiarnos a alguna autoridad así que trataremos de dejar esa constancia por internet a la WWF o algo así.



Panda comiendo mucho bambú


Salimos de la Panda House y afuera había otra jaula con un panda caminando en la nieve. No parecía tener frío pero igual se acercaba a la reja donde aparecen los cuidadores o entran bajo techo quizás para pedir comida o porque estaba chato de que lo molestaran. En ningún caso vimos dos pandas juntos y esto es porque son animales solitarios que tienen sus propios territorios que sólo se traslapan cuando quieren aparearse.


Panda en el frío… bastante activo para el frío que hace


Después de disfrutar viendo a los pandas, aunque con pena por cómo  viven en cautiverio, seguimos visitando algo del parque que tiene monos, aves, un sector de animales nocturnos (asquerosamente mal mantenido con mal olor y jaulas pésimas para los pobres chiquitines), leones (que no estaban), tigres (de los amarillos), y otros que no vimos porque hacia mucho frío y ya habíamos pasado harto rato en el Zoo. Aprovechamos de comprar en el paseo algo para comer: papas fritas que se enfrían en el mismo momento en que las sacan de la vitrina caliente, algodones de azúcar, cafés o chocolate caliente, etc. Cuando estuvimos donde los animales nocturnos un local estaba golpeando el vidrio de un monito donde claramente decía "no golpear" para no molestar a los animales… al parecer la cultura de aquí no les enseña el respeto (lo que queda claro por cómo se pasan a llevar entre humanos), así que Carlos enojado le dice que deje de hacerlo y le muestra el cartel… se retira arrepentido pidiendo disculpas por lo hecho ¡¿cómo no se dan cuenta solos?!


Premio por proteger a los animales de la mala educación local

Niños viendo al Tigre… es domingo así que andan varias familias por aquí

Tigre


El lago del zoológico estaba semi congelado y fue entretenido quedarse mirando a los patos, gansos y cisnes, viviendo en esas condiciones, por ejemplo, un ganso que se acostó en el hielo y trató de nadar pero no le funcionó,  y un cisne que aterrizó en el hielo y se deslizó varios metros más allá de su lugar esperado de aterrizaje. Hay varios fotógrafos aficionados con tremendas cámaras y lentes para fotografiar a las aves del lago, aunque más que fotógrafos parecen personas eligiendo la cena de hoy, jaja.


Laguna semi congelada del zoológico

Fotógrafos aficionados de aves "eligiendo el pato para la cena" 


Nos vamos del Zoo pensando en ir al Chaoyang Theatre a comprar entradas para el show de acrobacias que está en el nro.6 de las recomendaciones más bakanes en Beijing, esperando que hayan para mañana. Nos vamos todos en un taxi que accede llevarnos a los 5, y le pedimos que nos lleve al lugar. Nos deja en una esquina que obvio no tiene ni cerca algún letrero que se parezca a lo que estamos buscando. Por suerte un peatón que va con su señora capta más o menos lo que andamos buscando y nos apunta hacia un lugar, así que siguiendo la dirección de su dedo ¡llegamos al teatro!. Hay funciones a las 17:15 y 19:30 hrs. Son las 16:45 así que estamos perfecto porque quedan muchas entradas de las Vip, que son las únicas que nos ofrecen. Adentro del teatro está lleno de gente local que se sienta en las columnas de asientos de las orillas, mientras que la columna del centro al parecer la destinan a turistas porque pagan más caro (sólo te ofrecen eso). Nosotros quedamos en la fila 10 que es perfecta porque adelante de nosotros hay con suerte un par de personas más. Afuera habíamos comprado unos cafés y chocolate caliente para pasar el frío que traíamos, y galletas, pop corn y papas fritas tipo Lays.

Empieza el show y es realmente espectacular. Bien iluminado con escenografía local típica pero bien hecha, trajes bonitos y música ad hoc (de repente se les quedaba medio pegado el CD pero aparte de unas tres pifias nada más). El show era de acrobacias, equilibrio y destrezas varias: una niña seca para mover en círculos un paraguas invertido con los pies y manos, un grupo de saltarines que pasaban por argollas cada vez más altas, niñas que hacían acrobacias en bicicletas llegando a estar hasta 12 mujeres en una sola bicicleta, un grupo de hombres que hacían malabares con gorros individual y grupalmente, equilibrio en silla, las típicas argollas que giran con dos hombres dentro al mismo tiempo, y el show final espectacular con hasta 8 motos andando juntas en círculos dentro de una esfera de metal. Aplausos con ganas para todos porque este show estuvo muy bueno y vale la pena verlo de todas maneras.


Inicio del show

Acróbatas de salto

Acrobacias con paraguas/quitasoles de madera y género, con los pies





Malabarismo con sombreros que pasan hacia arriba, abajo, al lado, etc.

12 niñas en una sola bicicleta (la nro. 11 va manejando y la 12 iba atrás)

Motos en una esfera de metal dando vueltas como locas… en la foto son sólo 3, pero llegaron a ser 8 al mismo tiempo 

Fin del espectáculo


Nos vamos al hotel en dos taxis separados. El de los papás llega perfecto mientras que el nuestro se da unas vueltas antes de lograrlo pero nos lleva directo a la puerta igual (alivio al ver que los otros habían llegado porque al parecer la dirección de nuestro hotel no es tan conocida o se hacen los tontos esos tipos).

Comimos en el restaurante del hotel que es muy bueno porque tiene de todo: comida china, ensaladas, pastas, pizza, carnes, etc., y mientras esperamos Carlos juega Kinect hasta que llegan unos niños que por ser niños obvio tienen prioridad. Menos mal la Jani se pone a buscar cosas de Beijing porque se da cuenta de que la ciudad prohibida (que íbamos a ir a ver mañana) está cerrada los lunes, así que rápidamente Carlos va a cambiar el tour a la muralla para mañana dejando el martes para recorrer Beijing. 

Con la guata llena nos vamos a dormir porque mañana tenemos que estar a las 8 am desayunados listos para salir a conocer el gran hito: la grandiosa Muralla China.

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